domingo

7. Los trucos de Morfeo

No sé a ustedes, pero a mi luego me daba insomnio, probé de todo un poco: que si la lechita caliente con miel, que si la hoja de lechuga fresca debajo la almohada; el té de azahar con unas gotitas de valeriana... ¡Ahhhhhh! Pero ahí no acaba la cosa, no, ahí nomás empiezas a bailar tango, entonces te pones a jugar química: primero 1/4 de pastilla y duermes 1/8 de la noche; luego les pierdes el miedo y venga 1/2 pastillita con mamá (duermes un par de horas más); se pasa el efecto le pierdes el respeto y te echas una completita (a esta altura del partido duermes la mitad de la noche y andas como zombie todo el día); ya finalmente pierdes toda la vergüenza y te chutas como siete pastillas (a estas alturas seguramente ya estás muerto a vas volando para estarlo). En fin...probé de todo... se me acabaron el dinero, las prescripciones médicas, los remedios de la abuela y finalmente, la paciencia... Me pasaba la noche irritada contando ovejas hasta que las condenadas se aburrieron de mi y regresaron a vivir a algún rincón de Nueva Zelanda... ¡Ah! qué desesperación resulta no dormir, es un castigo, como si durante las noches dejaras de ser humano y te transformaras en un espíritu poseído, un espíritu agotado y poseído. Y mientras menos duermes más loco te vuelves y más malo. Es como si en el sueño te llenaran el tanque de bondad y de respuestas y en su ausencia te quedara el puro resentimiento y las dudas infinitas. En fin que estaba yo ya para morirme (o para matarme, mejor dicho) cuando lo descubrí, el único remedio efectivo, el único sin promesas falsas, ni pesados tratamientos... Me recargué en la almohada con alguien repleto de sueños, tan repleto que me contagió las ganas de soñar, pasé tanto tiempo queriendo dormir, que se me olvidó que lo importante es soñar... me abrazó con tremenda ternura y me llenó de besos los ojos hasta que los cerré, me recitó palabras dulces al oído y sin saberlo siquiera me quedé dormida en su cuerpo como cuna. No eran los polvos mágicos de Morfeo, no, el producto se llama amor y les prometo que es el remedio perfecto para soñar y por si eso fuera poco, también es el mejor motivo para despertar. Nota: El producto viene en distintos empaques y envolturas, sabe diferente para cada persona, debe mantenerlo feliz y calientito después de abierto. Es bueno para todas las edades y se recomienda su uso especialmente en personas con problemas del corazón, mujeres embarazadas y niños. Tómese en las dosis que necesite para ser feliz.

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